¿Qué es el turismo sostenible?
Si acudimos a la Organización Mundial de Turismo, podemos definir el turismo sostenible como aquel turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.
Por lo tanto, el turismo sostenible se sustenta en tres pilares:
- Optimización de los recursos medioambientales (elementos fundamentales en el desarrollo del turismo), contribuyendo a la conservación de la diversidad biológica y la naturaleza.
- Máximo respeto a la identidad sociocultural del país anfitrión, cuidando sus bienes culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, fomentando el entendimiento y la tolerancia entre culturas.
- Reporte de beneficios socioeconómicos igualitariamente distribuidos entre los anfitriones: oportunidades de trabajo estable y reducción de la pobreza.
¿Por qué nace el turismo sostenible?
Son varios los motivos, entre los que podemos destacar los siguientes:
- Aumento de la concienciación social sobre temas ambientales.
- El mercado del turismo empieza a apreciar el impacto ambiental que tienen las actividades turísticas.
- Aumento de la competitividad entre quienes ofrecen productos y servicios a los turistas, debido a un incremento de las exigencias en cuanto a calidad de los visitantes.
- Presión de los grupos y asociaciones defensoras del medio ambiente.
¿Cómo puedo contribuir al turismo sostenible?
A continuación te dejamos varios consejos para que puedas practicar un turismo sostenible:
- Respeta el medioambiente: no dejes tu huella ecológica, haz un consumo eficiente de los recursos y usa, siempre que puedas, transporte público.
- Protege el patrimonio: nada de traerte piedras de recuerdo ni dejar tu firma en ningún sitio. Déjalo tal y como te lo encontraste.
- Compra de forma responsable: los productos deben ser respetuosos con el medioambiente, y asegúrate de que con tus adquisiciones no estás contribuyendo a ninguna clase de explotación.
- Consume productos locales: algo directamente ligado al punto anterior. De esta forma favorecerás a los grupos más vulnerables del país anfitrión. ¡Y sé justo al pagar!
- Respeta la cultura: elimina las barreras, hazte uno más acatando sus normas de cortesía y entendiendo su forma de vivir y sus costumbres. No prejuzques, y no caigas en estereotipos.
- Infórmate antes de viajar: trata de recabar el máximo de información del país de destino. Esto evitará numerosos problemas (burocráticos, de salud…).
Por último, no te pierdas el Manifiesto del viajero responsable.